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SERPIENTES VENENOSAS DEL PERÚ: NO DEBEMOS ANDAR MATANDO TODO LO QUE REPTA

PARTE I: BOSQUE SECO ECUATORIAL Y DESIERTO COSTERO (LA LIBERTAD, LAMBAYEQUE, PIURA Y TUMBES)

Por Pablo Venegas Ibáñez

Creo que no existe cazador deportivo que no sea consciente de que el Perú es uno de los países con mayor biodiversidad a nivel mundial. Sin embargo, dentro de esa biodiversidad que tanto orgullo nos da como peruanos, se encuentran también las serpientes, un grupo de reptiles carentes de miembros, que han sido terriblemente estigmatizados por la religión y que generan un miedo casi innato en la mayoría de seres humanos. 

El Perú posee 222 especies de serpientes (Uetz y Hošek, 2016), de las cuales solo 38 son venenosas (Campbell y Lamar, 2004), así que solo 17 % de las serpientes que habitan en nuestro territorio son venenosas. Sin embargo, la posibilidad de cruzarnos con uno de estos animales en el campo, pueda o no ser venenosa, le pone los pelos de punta a la gran mayoría.

La ecoregión del Bosque Seco Ecuatorial (BSE) comprende los bosques secos ubicados en la costa norte del Perú en los Departamentos de La Libertad, Lambayeque, Piura, Cajamarca y Tumbes desde el nivel del mar hasta los 800 msnm aproximadamente (Brack, 1986). Este ecosistema es muy concurrido por los cazadores deportivos en busca de venados de cola blanca, sajino, palomas e incluso perdices. No existe cazador que ande por los bosques secos sin haberse cruzado con alguna serpiente en el monte y estar escuchando por parte de su guía local o comuneros de la zona, que hay que tener mucho cuidado con serpientes venenosas como los macanches, cascabeles, ahorca venado, el macanchillo, etc. Sin embargo, le sorprenderá saber que de las 15 especies de serpientes que alberga esta ecoregión (Venegas, 2005) solo 3 son venenosas. Sí, solo tres, y le sorprenderá más aun saber que algunas de las más mentadas serpientes en este árido paisaje son completamente inofensivas, a pesar de la terrible fama imputada por los pobladores locales.

A continuación, les daré a conocer algunas de las serpientes más importantes del Bosque seco ecuatorial —quizás su lugar de caza favorito— y resaltaré la importancia de estas para el bienestar del ecosistema, así como que hacer en caso de ser mordido por una serpiente venenosa.

Serpientes venenosas:

Sancarranca (Bothrops barnetti)

Conocida también como cascabel es una especie endémica del BSE (Fig. 1). A pesar de ser una serpiente muy famosa y temida por los campesinos, esta especie es generalmente rara, y solo en algunas zonas muy localizadas suele ser abundante. Es más común encontrarla en zonas rocosas con matorrales y bosques de algarrobo que en los bosques secos de colina. Es una especie de hábitos principalmente nocturnos que permanece enroscada en el suelo por horas e incluso días a la espera de alguna presa. Se alimenta principalmente de roedores y en algunos casos de lagartijas. La mala fama de esta serpiente no es para nada injustificada ya que su veneno tiene la capacidad de matar a un hombre adulto, en menos de 24 horas, en caso de no recibir antídoto. Su veneno es de actividad proteolítica y anticoagulante, que en otras palabras, se encarga de digerir tejidos celulares y producir hemorragias internas, así como sangrado por la orina, encías y fosas nasales.  Al igual que el veneno de otras serpientes del género Bothrops, el efecto letal de este, empieza al producirse insuficiencia renal. Sin embargo, el veneno de esta especie puede ser eficazmente neutralizado con el antídoto antibothropico polivalente de fabricación nacional que se encuentra disponible en algunas postas y hospitales de las diferentes regiones del norte peruano. La mala reputación de las sancarrancas se debe también a su mal carácter. Son serpientes muy agresivas si se les molesta y también muerden si se les pisa o toca accidentalmente.

Los coralillos (Micrurus tschudii y M. mertensi)

Conocidas también como Serpientes corales (Figs. 2-3). Ambas especies poseen un veneno neurotóxico capaza de matar a un ser humano, no obstante, poseen un comportamiento muy dócil y siempre tienden a escapar rápidamente al cruzarse con una persona. El veneno neurotóxico de estas especies actúa sobre el sistema nervioso produciendo dificultad para mantener los ojos abiertos, salivación profusa, dificultad para respirar y la pérdida del control de los esfínteres. La causa principal de muerte por una mordida de serpiente coral es la asfixia producto de la parálisis de los músculos de la caja torácica. Sin embargo, prácticamente, la única forma de ser mordido por una serpiente coral es al manipularlas. Ya que son serpientes pequeñas y delgadas que tienden a escapar rápidamente y sus colmillos son tan pequeños que no son capaces de atravesar zapatos, zapatillas y mucho menos una bota. Hay que tener en cuenta que el antídoto para las mordeduras de serpiente coral es muy difícil de conseguir en el Perú, ya que no es producido por el ministerio nacional de salud, debido a que los accidentes con estas especies son realmente escasos. Estas especies se alimentan de otras serpientes y pequeñas lagartijas. Su coloración llamativa compuesta por un patrón de anillos negros, rojos, blancos y/o amarillos es una señal de advertencia de que se trata de una especie venenosa.

Las serpientes no venenosas más comunes:

Macanche (Boa constrictor ortonii)

Es una especie de hábitos diurnos y nocturnos que cada vez es más escasa. Debido principalmente a su matanza indiscriminada, ya que la gente la considera erróneamente venenosa, y poe la extracción de su grasa corporal, usada como ungüento para curar diferentes dolencias como: dolores de hueso, inflamación a los bronquios, borrar cicatrices e incluso aliviar el asma. Esta es una de las serpientes más grandes de la costa peruana y llega alcanzar 2.70 m de largo y pesar más de 10 kg (Fig. 4). Hay muchas historias de campesinos que hablan de Macanches de más de tres metros pero carecen de evidencia tangible como fotos, cabeza o piel del animal como para poder ser tomados en serio. A pesar de su imponente tamaño el Macanche es una boa, y como tal, no es venenosa y mata a sus presas usando la constricción. En otras palabras, las enrosca y aprieta hasta cortarles la circulación o asfixiarlas. Actualmente es una especie considerada en peligro de extinción y se encuentra protegida por la legislación nacional. Es importante que como amantes de la naturaleza, los cazadores deportivos, apoyen a su conservación explicándole a la gente local que se trata de una especie no venenosa y que hasta ahora ninguna de las propiedades curativas de su grasa ha sido comprobada por la ciencia médica. Su gran tamaño y fuerza le permite alimentarse de presas grandes como zarigüeyas y zorros. Aunque prefiere cazar ratas y especialmente palomas, a las cuales espera sumergida en abrevaderos naturales como jagüeyes y quebradas con escasa agua.

Ahorca venado (Oxybelis aeneus)

Esta es una serpiente de hábitos diurnos bastante común en bosques secos achaparrados y bosques de colina. Crece hasta unos 130 cm pero su cuerpo es muy delgado, no más grueso que un dedo anular promedio, y su cabeza es puntiaguda y larga (Fig. 5). Esta serpiente tiene el interior de la boca morado oscuro, casi negro, y cada vez que se le acorrala o intenta capturar abre la boca mostrando su interior oscuro como advertencia. Si bien esta especie muestra un comportamiento agresivo al ser acorralada, esta es una serpiente inofensiva, que se alimenta principalmente de lagartijas. 

Colambo (Drymarchon melanurus)

Esta es, quizás, la única especie de serpiente en el Perú que goza de buena reputación (Fig. 6). La gente del campo tiene la creencia de que cuida las chacras y saben que no es venenosa, aunque creen que latiguea con la cola, cosa que es completamente falsa. Es una serpiente de hábitos diurnos que vive siempre cerca de ríos, quebradas, acequias, canales de irrigación y arrozales, y llega alcanzar hasta tres metros de largo. Es un animal inofensivo capaz de morder al ser manipulado, aunque por suerte posee dientes pequeños. Sin embargo, esta serpiente tiende orinar y defecar cuando es sujetada bruscamente y posee un desagradable almizcle.  Esta es una serpiente que se alimente de cuanta cosa encuentra: serpientes, peces, ranas, sapos, huevos de ave (incluyendo gallina), serpientes (incluso de la mismísima Sancarranca), aves pequeñas, ratas y en otros países hasta pequeñas tortugas.

Serpiente corredora (Mastigodryas heathii)

Es quizás la especie más común de serpiente en los bosques secos. Es una especie diurna muy ágil y veloz, que alcanza hasta unos 150 cm de largo (Fig. 7). Se alimenta principalmente de ratones y lagartijas, y eventualmente aves. Tiende a morder al ser manipulada.

Serpiente gato (Leptodeira septentrionalis)

Es una serpiente pequeña no mayor de 70 cm de largo de hábitos nocturnos (Fig. 8). Se alimenta principalmente de ranas, sapos y renacuajos. Es bastante dócil pero al ser manipulada suele defecar en defensa emanando un fuerte almizcle.


Macanchillo (Oxyrhopus fitzingeri)

Es una especie mediana que difícilmente supera los 100 cm de largo y posee hábitos nocturnos (Fig. 9). Es una serpiente muy dócil y carece de tendencia alguna a morder al ser manipulada. Se alimenta principalmente de lagartijas y ratones.

Jerga (Pseudalsophis elegans)

Es una serpiente de hábitos diurnos, común en zonas desérticas y de talla pequeña que difícilmente supera los 60 cm de largo (Fig. 10). Es una especie dócil que no suele intentar morder a la hora de ser manipulada y se alimenta básicamente de lagartijas.

Culebrilla ciega (Epictia subcrotilla)  

Es una serpiente muy pequeña y delgada que no supera los 20 cm de largo, y mucha gente la suele confundir con una lombriz (Fig. 11). Es casi tan delgada como la carga de un lapicero y posee un color gris brillante o plateado oscuro muy característico. Posee hábitos subterráneos por lo que no se le suele ver muy seguido. Se alimenta de larvas de hormiga y termitas.  

¿Cómo identificar a una serpiente venosa en el bosque seco?

Existen muchos caracteres morfológicos que pueden servir de guía para identificar que serpiente es venenosa y cual no. Seguro muchos hemos escuchado que para poder identificar a una serpiente venenosa debemos fijarnos si la cabeza es triangular o redondeada, la forma de la pupila y si la cola es gruesa o delgada. Sin embargo, para no complicarnos la vida, en el BSE la cosa muy es muy simple. Son tres especies de serpientes venenosas, de las cuales, dos son serpientes corales que podemos identificar fácilmente por el patrón de anillos de colores que poseen a lo largo de su cuerpo (Figs.  2-3). Hay que tener bien claro, que en los bosques secos de la costa no existe ninguna especie de falsa coral o serpiente imitadora de estas, por lo tanto, si encuentra una serpiente con anillos de colores, digan lo que digan, se trata de una serpiente coral verdadera. Por otro lado, la Sancarranca (Bothrops barnetti), la podrán identificar rápidamente por tener la cabeza en forma de corazón (vista desde arriba), un patrón de manchas dorsales oscuras con borde blanco y la cola marrón oscuro con delgados anillos blancos (Fig. 1). Entonces si se encuentran con una serpiente verde, negra o sin ninguna de las características mencionadas, mantengan la calma y dejen pasar al animal para que siga su camino.  No tiene sentido andar matando animales sin razón alguna por el simple hecho de que no nos gustan. ¡Mucho cuidado! Porque estos caracteres solo deben ser usado para identificar especies venenosas dentro de la ecorregión BSE, donde habitan tan solo 15 especies, y no debemos aplicarlos en otras zonas del Perú como la Amazonia, donde podemos encontrar más de 80 especies de serpientes. Pierda cuidado que en el próximo número de su revista “Caza y Pesca” hablaremos del resto de serpientes venenosas del Perú.

¿Cómo evitar ser mordido por una serpiente venenosa?

Las serpientes usan el veneno para matar a su presa de forma rápida y eficaz, sin que esta tenga tiempo de lastimarlas al momento de morderlas. Imagínense ser una serpiente y tener que cazar una rata con la boca sin la ayuda de manos o garras, mientras que la rata intenta morderlos frenéticamente en la cara y rasguñar sus ojos. Sin garras o manos que te permitan sujetar a una rata y matarla, lo único que te queda es inyectarle un veneno que sea lo suficientemente potente para matarla lo más pronto posible. Además, las serpientes usan también el veneno para digerir a su presa, al punto de que sus presas empiezan a ser digeridas incluso antes de que estas las hayan tragado. Por lo tanto, el veneno es una sustancia bastante preciada para las serpientes y no pueden andar desperdiciándola en morder a la gente. Las serpientes muerden como una forma de defensa al sentirse amenazadas, y si pasamos caminando cerca de una Sancarranca, esto puede ser tomado por la serpiente, como un intento de predación y provocar una inmediata mordida. Entonces recomiendo tomar en cuenta las siguientes medidas de seguridad para evitar ser mordido por una serpiente venenosa en campo:

  • No tratar de capturar o manipular serpientes venenosas.

  • No meter las manos en huecos, madrigueras, debajo de piedras, troncos, etc.

  • Mirar bien la periferia de cualquier objeto que vamos a recoger del suelo.

  • Mirar bien la zona en donde nos vamos a sentar.

  • No caminar de noche sin zapatos y sin linterna.


¿Qué hacer en el caso de ser mordido por una serpiente venenosa?

En el caso de ser mordido por una serpiente venenosa lo más importante es mantener la calma y pensar claro cuál va ser la ruta más corta y rápida hacia el centro de salud más cercano. Mucha gente cree que el suero antiofídico es para aplicárselo en la nalga y ya, pero las cosas no son tan simples. La forma adecuada de administrar el suero antiofídico es la vía endovenosa por goteo y disuelto en un litro de suero fisiológico. Y si bien esto parece sencillo, a la hora de la hora, la persona afectada y los que la rodean se encuentran tan nerviosos que no pueden ni siquiera encontrar la vena del paciente. Por lo tanto, lo mejor es ir derechito a la posta médica u hospital más cercano, ya que el antídoto puede generar reacciones alérgicas en algunos pacientes e incluso shock anafiláctico, así que su administración necesita de la supervisión de un médico.

Si bien la mordida de una Sancarranca es capaz de matar a una persona, el efecto letal de su veneno toma entre 15 horas aproximadamente (Pesantes, 2000). Dependiendo siempre de la cantidad de veneno que fue inoculado por la serpiente y la fortaleza de la persona mordida; no todos reaccionamos de la misma forma ante el veneno de un animal. Sin embargo, se correrá menos peligro, mientras más rápido se suministre el suero antiofídico.  

A continuación, les doy una serie de recomendaciones, algunas de estas tomadas de Pesantes (2000).

  • Al momento de ser mordido no salir corriendo en busca de ayuda, guardar la calma, y caminar con tranquilidad en busca de ayuda. Salir corriendo lo único que va causar es agitación y que el veneno se distribuya más rápido por el organismo.

  • No hacer torniquetes o vendar el miembro afectado. Hay que tener en cuenta que el veneno de los Bothrops, como la Sancarranca, produce necrosis, por lo tanto, un torniquete o vendaje muy apretado va cortar la circulación y concentrar el veneno en el miembro afectado. Esto puede llegar a producir gangrena y la necesidad de amputación.

  • No realizar cortes en el lugar de la mordedura. Si bien esto se ve mucho en las películas y hasta parece que tuviera sentido, el veneno los Bothrops, es un potente anticoagulante, entonces hacer cortes para producir que el veneno salga con el sangrado es completamente contradictorio. Los cortes nunca dejarían de sangrar y se perdería tiempo valioso tratando de detener la hemorragia.

  • No se debe succionar el veneno con la boca. Nuestra boca está llena de bacterias y estas podrían ocasionar una infección, más difícil de tratar, que la misma mordedura de serpiente.

  • Inmovilizar el miembro afectado. Si se trata de una mordida en la mano o brazo se recomienda hacer un cabestrillo. Si la mordida se ubica en el pie o pierna, se recomienda entablillarla —con la finalidad de inmovilizar la pierna y no de cortar el flujo sanguíneo a esta— y tratar de trasladar a la persona en camilla o automóvil hasta al el hospital. En caso no exista trasporte, ni camilla, caminar lentamente hasta recibir ayuda.

  • No aplicar electricidad en la zona de la mordedura. Si bien la electrocución podría neutralizar algunos componentes del veneno, esta también podría tener un efecto negativo en personas con problemas cardiacos, además resta tiempo que deberíamos utilizar en recibir asistencia médica.  

  • No tratar de buscar, capturar o matar a la serpiente que nos mordió. El nerviosismo nos va entorpecer y nos puede hacer cometer errores que podrían resultar en una segunda mordida o más de una persona mordida.


En conclusión:

Las serpientes no andan en el campo esperando que algún incauto les pase cerca para atacarlo. Se trata siempre de mordeduras accidentales producto de un pisotón o de meter la mano en el lugar equivocado. Tenga siempre en cuenta que de las 15 especies que ocurren en esta ecorregión tan solo tres son venenosas.  Como cazadores deportivos amantes de la naturaleza debemos respetarla cazando responsablemente. Cada serpiente, sea venenosa o no, tiene una función en el ecosistema; por lo tanto, la matanza indiscriminada de estas, va afectar de manera negativa al medio ambiente.

A pesar de que las dos especies de serpiente coral que habitan en el BSE son animales dóciles, no deben de ser capturadas y mucho menos manipuladas.


Hay que recordar que el antídoto antibothropico polivalente solo sirve para tratar la mordedura de la Sancarranca o cualquier otra especie de Bothrops y no es efectivo para tratar la mordedura de las serpientes corales. El antídoto para serpientes corales no es fabricado, ni distribuido por el ministerio nacional de salud.  

Este artículo debe ser utilizado como una guía únicamente en la ecoregión del Bosque Seco Ecuatorial y desierto costero presente en los departamentos de La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes. No utilizarlo como referencia para los Andes y mucho menos selva.

Todo accidente ofídico debe ser tratado de emergencia y la única cura efectiva es el suero antiofídico. Por lo tanto, al ser mordido por una serpiente venenosa todas las medidas de auxilio deben tener como objetivo principal el traslado inmediato al centro de salud más cercano. 


Bibliografía

Uetz, P. y Hošek, J.  2016. The Reptile Database. < http://www.reptile-database.org >.

Brack, A. 1986. Las Ecoregiones del Perú. Boletín de Lima 44: 57–70.

Campbell, J.A. y Lamar, W.W. 2004. The Venomous Reptiles of the Western Hemisphere, Volume I. Cornell University Press, Ithaca. 476pp.

Pesantes-Segura, O. 2000. Prevención y Tratamiento de Accidentes por Serpientes Venenosas. Centro Ecológico Recreacional Huachipa, Sedapal, Lima, Perú. 38 pp.

Venegas, P.J. 2005. Herpetofauna del bosque seco ecuatorial de Perú: taxonomía, ecología y biogeografía. Zonas Áridas 9: 9–26.

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